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Cómo luchar contra los rumores, continuación

Se trata de una investigación en el entorno corporativo, pero que seguramente sería replicable en el mundo de la opinión política. Está recogida en The Ecomist («How firms should fight rumours»). Tiene tanto interés que traduzco aquí la referencia. No he sido capaz de encontrar el estudio académico en Internet. Si alguien lo encuentra agradeceré que me lo envíe.

¿Cómo pueden las empresas luchar contra los rumores?

La negación es inútil. Mejor propagar verdades felices.

10 de febrero 2011 | De la Edición Impresa, The Economist

Si buscamos en Google la frase «rumores Oriente Medio», el primer enlace que aparece no es, como era de esperar, un sitio web de propagación de teorías de la conspiración. Es sitio web de Coca-Cola. Desde hace varios años la compañía ha tenido problemas para refutar rumores ridículos sobre sus productos.

Por ejemplo, algunas personas creen que si se lee el logotipo árabe de Coca-Cola hacia atrás, éste dice: «No Mahoma, no Meca». Otros insisten en que la empresa es propiedad de judíos, o que está financiando a Israel. Estos rumores son una razón por la que Coca-Cola tiene peor mercado que Pepsi en los países árabes. Sin embargo, son todos falsos, como el sitio web de Coca-Cola explica con minucioso detalle. 

Estas réplicas son imprudentes, argumentan los tres psicólogos Derek Rucker y David Dubois, de la Kellogg School of Management, y Zakary Tormala, de la escuela de negocios de Stanford. Mediante la reformulación de los rumores, Coca-Cola ayuda a propagarlos. Su página web es un imán para los buscadores. Y la gente que lee las réplicas tiende a olvidar la negación y a recordar sólo el rumor, dice Rucker.

Mientras la información se extiende, las opiniones cualificadas se van perdiendo. Un rumor que comienza como «No estoy seguro si esto es cierto, pero he oído que …», luego se convierte en un «He oído que …», y por último pasa a ser»Â¿Sabías que…?» Incluso cuando nadie pretende difundir falsedades, estas se propagan. 

En varios experimentos, Rucker y Dubois plantaron rumores entre estudiantes. Observaron que en cada repetición, el escepticismo disminuía. Los rumores no cambiaban; sólo la probabilidad de que los estudiantes los creyeran. Estos hallazgos se publicaron en su estudio «El fracaso en la transmisión de certeza» («The Failure to Transmit Certainty”).

En lugar de negar los rumores falsos, una empresa debe provocar una corriente de mensajes positivos acerca de sí misma, dicen Rucker y Dubois. Esto priva de oxígeno a los mitos y también empuja la gente a dudar de las cosas desagradables que pueden escuchar de la empresa en cuestión.

Otras empresas pueden aprender de esto. Se ha dicho que las hamburguesas de McDonald’s contienen carne de gusano, Procter & Gamble tiene fama de tener vínculos satánicos y de Facebook se rumorea que está próximo su cierre para que Mark Zuckerberg, su fundador, recupere su vida. Todos estos rumores son totalmente falsos, pero las empresas en cuestión no deberían molestarse en negarlos. 

No hay acuerdo sobre esto. Otros piensan, como hemos visto por aquí hace poco, que en la era de Internet debes tratar de atajar la propagación de los rumores para que la gente de buena fe no termine por creerlos.

El verdadero origen estratégico de las revueltas en el mundo árabe

El debate sobre la influencia de Facebook y Twitter en las recientes revueltas en Túnez y Egipto (y las que pueden venir) va a seguir por mucho tiempo, sin duda. Acordaremos que internet es una excelente herramientá táctica en la movilización social y política. Pero parece que hay un origen estratégico mucho más potente que los nuevos medios.

Otpor! (¡Resistencia! en español), fue el movimiento joven de resistencia democrática y pacífica, que más contribuyó  la salida de Milosevic en 2000 en Serbia. La organización tiene una red más o menos activa por Europa del Este e incluso en Latinoamérica. Hay, por ejemplo, como rémora de su trabajo, un viejo blog abandonado de Otpor Venezuela.

El Movimiento Juvenil 6 de Abril, que ha sido el origen de las revueltas en El Cairo, por mucho que se presente por los medios, fascinados por las nuevas tecnologías, como una simple reunión de amigos en Facebook, es mucho más que eso. Su símbolo, el puño cerrado, es de hecho el de Otpor!, y los activistas egipcios y tunecinos habían visitado a sus colegas serbios antes de ponerse en marcha.

Otpor!, y los líderes de las movilizaciones árabes, se orientan en parte por las enseñanzas de Gene Sharp, un viejo profesor progresista que ha teorizado y aplicado la resistencia no violenta, que defiende como manera de derrocar dictaduras. Gene Sharp es fundador de la Institución Albert Einstein, un modesto think tank dedicado explícitamente a la acción no violenta.

Sharp, llamado el «Maquiavelo – o el Clausewitz - de la no violencia», tiene en la web de la Albert Einstein una buena cantidad de textos, traducidos a muchas lenguas – árabe entre ellas -, en los que explica la estrategia y las tácticas no violentas para derrocar dictaduras y plantar cara al autoritarismo.

En Egipto ha tenido un papel muy importante también el American Islamic Congress, que, por ejemplo, editó en varios idiomas – inglés, árabe y farsi – un cómic sobre la resistencia pacífica de Martin Luther King, que se puede ver aquí.

Señala muy oportunamente J.P. Green en un artículo sobre estas cuestiones, cuánto dinero se habrían ahorrado los gobiernos de Estados Unidos si en lugar de (o además de) financiar gastos militares en el mundo árabe, hubieran contado con las enseñanzas de la resistencia pacífica de Sharp.

Aquí tienes algunos textos interesantes gratuitos de Sharp y sus colegas:

15 ideas sobre campañas en internet

15 ideas proporcionadas en un artículo para la Fundación IDEAS por mi amigo Joan Navarro, al que aún recuerdo en el señorial despacho de la antigua sede de la Presidencia del Gobierno, luego Ministerio de Administraciones Públicas, en la Castellana de Madrid; y que hoy se sienta por aquí cerca, en un despacho más funcional que aquel.

1. Las campañas políticas en Internet van de gente corriente. 2. Las campañas políticas en internet van de hacer cosas. 3. En internet la gente se organiza en comunidades: si las ignoran, te ignoran. 4. Las mejores comunidades en internet son las redes sociales. 5. Las campañas políticas en internet van  de esablecer conversaciones. 6. En internet, como en la vida real, hacen falta rituales. 7. La imagen del candidato no depende de lo que dice, sino de lo que hace. 8. Recaudar fondos es una poderosa herramienta de acción política 9. La movilización en internet es una escalera de pequeños peldaños por la que subes en tu escala de compromiso. 10. Las campañas políticas en internet requieren de incentivos adecuados: el mejor incentivo es sentirse miembro de una comunidad que hace cosas importantes. 11: Las campañas políticas en internet van de hacer cosas, pero también de dejar que la gente haga cosas por la campaña. 12: Las campañas políticas en internet van de personalizar el mensaje. 13: Las campañas políticas en internet van de hacer las cosas fáciles. 14: El blog, la intrahistoria de la campaña. 15: La pantalla de tv no está siendo desplazada por el ordenador, sino por el móvil, el vídeo doméstico y una nueva gasolina: la publicidad on line.

El arte de la prudencia

La Escuela de Organización Industrial de Madrid me envía Oráculo Manual y Arte de Prudencia, el clásico de Baltasar Gracián del siglo XVII, un texto de aforismos que me resultó hace veinte años más interesante (y más legible) que El Príncipe de Maquiavelo.

La edición de la EOI, ilustrada con belleza, toma los aforismos de Gracián y deja que los comenten un centenar de líderes empresariales, profesores y consultores (Escarrer, de Quintos, Villar Mir…). El libro está disponible en la web y su título en la edición que comentamos es El Arte de Emprender. Pero en Internet pueden encontrarse decenas de ediciones gratuitas (y supongo que legales) de la obrita de Gracián, para leer en dos horas o, mucho mejor, digerirla lentamente en dosis pequeñas.

Una visión de España desde fuera

The Economist tiene un sesgo liberal y empresarial evidente, pero la revista semanal es admirada por su moderación y su equilibrio en la presentación de las diversas perspectivas. Ayuda a ello que los periodistas no firmen las piezas, sino que sea el propio semanario el que da la cara de manera colectiva.

Por eso me parece interesante leer la descripción que la revista hace de la situación de España y de Zapatero, en su número penúltimo. Aquí tienes la traducción. Traté de buscarla en el soberbio resumen de prensa internacional que Moncloa hace de toda la vida, pero no lo encuentro. Parece que alguien ha decidido no publicarlo más.

Una visión económica de España

3 de febrero de 2010. Madrid. De  la edición impresa.

Zapatero cede ante los reformistas

¿Ha cambiado Epaña por fin? Al primer ministro, José Luis Rodríguez Zapatero, en quien no confían los mercados de bonos y que es impopular entre los españoles, seguro que le gustaría que el mundo creyera que así es. El 2 de febrero firmó un solemne «pacto social»Â con los sindicatos y con los empresarios, que cubría pensiones, negociación colectiva y más. Fue, según declaró el propio Zapatero, el acuerdo más importante desde los Pactos de la Moncloa de hace 33 años.

Bajo sus términos, los españoles se jubilarán, aunque con muchas excepciones, a los 67 (en lugar de los 65). Al menos así lo harán en 2027, cuando la reforma se ejecute plenamene. Eso está muy lejos, pero los españoles estarán entre los trabajadores de mayor duración de la Unión Europea. Primero, sin embargo, tendrán que encontrar trabajo. 

El desempleo está por encima del 20 por ciento, y subiendo, una prueba de que Epaña necesita urgentemente muchos cambios más. El pacto vino justo un día antes de que la canciller alemana Angela Merkel, que muchos creen que está forzando a Zapatero, llegara a Madrid. La esperanza era que volviera garantizando a los alemanes que España no es como la atormentada Grecia, la irresponsable Irlanda o el derrochador Portugal, sino un país del Sur serio, austero y trabajador que está preparado para asumir reformas.

Si los alemanes lo creen, la señora Merkel encontrará más fácil ponerse de acuerdo con sus colegas líderes de la eurozona para que se apruebe un fondo de rescate mayor en la cumbre de la UE del próximo mes. Un fondo mayor (y el pacto social) suavizarían las preocupaciones sobre la deuda soberana de España, al menos de momento. Mientras, los turbulentos bancos de ahorro se han puesto en la senda de la recapitalización y, en algunos casos, de la nacionaliación en torno a septiembre. Pero está por ver si todo esto servirá para restaurar la confianza en el crecimiento en un país que suma un tercio del desempleo de la zona euro.

El nuevo pacto ha dejado algunos problemas importantes sin resolver. Una reforma crucial de la negociación colectiva no tendrá lugar hasta mediados de marzo. En una entrevista, el señor Zapatero apuntó la locura del sistema actual, bajo el cual España en 2009 tuvo uno de los sistemas de subida de salario más altos de la zona euro, mientras era uno de los países que más empleo perdía. Ahora quiere vincular los acuerdos de salarios al crecimiento de la productividad. 

La conversión retardada del primer ministro a las reformas es tan seria que, con o sin el ánimo de la señora Merkel y sus colegas líderes de la eurozona, él ahora insiste en que las hará de cualquier manera. “España está haciendo sus reformas por sí sola, no porque nadie nos lo diga,” dice. “Estoy a favor de que se impongan sanciones a los países de la UE que no cumplan con los criterios de déficit y deuda.”

El sr. Zapatero también está comprometido con la consolidación de la reforma fiscal en España. Afirma que el gobierno cumplió con su objetivo de un déficit del 9.3 por ciento del PIB. Una contracción del PIB del 0.2 por ciento también fue ligeramente mejor que el objetivo. Insiste en que cumplirá con los objetivos de un 6 por ciento de déficit y un 1,3 por ciento de crecimiento para 2011. Pero si el crecimiento no viene, no recurrirá a los impuestos. “Si hay algún riesgo de no cumplir los objetivos, entonces reduciremos los gastos, no subiremos los impuestos,” proclama.

Sin embargo, hay límites en su credo reformista. Zapatero defiende la moderación salarial (y los salarios reales de hecho están bajando por fin), pero no abraza la idea de que España en su conjunto necesite que los salarios bajen para poder competir. “No necesariamente,” dice. “Tiene que haber moderación salarial. Creo que tenemos que mirar sector a sector y empresa a empresa.” Tampoco cree que la caída de los precios de la vivienda tenga mucho recorrido. “Estamos casi tocando fondo (en el ciclo),” insiste. Muchos no estarían de acuerdo. Aunque 700,000 casas nuevas están sin vender, los precios han bajado sólo un 13 por ciento.

¿Y que hay del crecimiento? Con su famoso optimismo, el señor Zapatero apela a los estudios que dicen que España crecerá más rápido que la media de la UE tan pronto como 2013. Pero las elecciones son el año que viene y su Partido Socialista, dicen las encuestas, no estará en el poder. La reforma ha llegado demasiado tarde.

La tenaza de Chávez

No puedo ponértelo con más calidad, pero aquí arriba tienes «la tenaza» de Chávez, o cómo su nivel de aprobación ha subido y bajado al ritmo de los acontecimientos en Venezuela. En estos momentos, el autoritario comandante presidente se encuentra en un periodo probablemente de ascenso, después de su transmutación en un repentino presidente demócrata que comparece ante una nueva Cámara de Diputados.

Aquí te dejo un estupendo artículo que explica el gráfico en tres bloques. Lo encontramos este domingo pasado en Caracas, en el diario El Universal.

Los guantes de Michelle: jóvenes multipantalla de la televisión a la web

 

El día que Michelle Obama lució sus guantes verdes en la toma de posesión de su esposo, la web de J. Crew, la tienda de moda joven que los vendía, se colapsó. La gente iba de la televisión a la web para obtener más información sobre los guantes.

Así funcionan las cosas hoy. No sólo no hay contradicción entre la television y la web, sino que la primera apoya de manera sustancial a la segunda. Y viceversa.

Mis hijos lo saben muy bien. Bruno, con siete meses, acaricia y golpea al gato Talking Tom de mi iPad mientras sigue fascinado ya las imágenes de Clan Tv. Clara y Daniela (13 y 9 años) y Celia y Luis (15), chatean en Tuenti y con la Blackberry (el último hit de los adolescentes hoy), pero no se pierden sus series preferidas que, por supuesto, quieren ver completas en pantalla de televisión, y a la hora en la que las ve todo el mundo. Luego van a internet y buscan más. Si ven un anuncio en televisión de algo que les gusta, van luego a mirar a la computadora. A veces lo comparten con sus amigos.

Eso que vemos en casa es lo que han cuantificado en un estudio muy interesante, Dan Zigmond de Google, y Horst Stipp de NBC, y que han resumido en una excelente presentación de diapositivas (¡gracias como siempre, Josué!):

  • Los jóvenes entre 18 y 24 años (en Estados Unidos) dedican tres horas y media al día a la televisión, la mitad que sus mayores. Pero el resto del tiempo están entreteniéndose con el ordenador (otras tres horas), y con el móvil (tres cuartos de hora).
  • Pero el 60 por ciento hace dos o más cosas a la vez: es «multipantalla».
  • De hecho, los «multipantalla» ven tres veces más televisión que aquellos que sólo ven televisión. Es decir, cuanto más estás en internet, más televisión ves, curiosamente.
  • El interés por los guantes de Michelle en la toma de posesión de Obama es un buen ejemplo. Las búsquedas en internet de la película «Cómo entrenar a tu dragón» se multiplicaron por diez al emitir un anuncio en televisión durante los Juegos de Vancouver. Los mismo pasó con el coche Nissan Leaf, que vió multiplicar por veinte sus búsquedas en la web.

En conclusión: coherencia entre la comunicación de la web y de los medios tradicionales; buen posicionamiento en los buscadores; buena capacidad en los servidores para que no se caigan cuando damos publicidad convencional; y conciencia de que nuestros jóvenes, adultos de mañana, están mirando varias pantallas a la vez.

Mubarak, prisionero del Efecto Streisand

«Efecto Streisand»: Cuanto más intentas que algo desaparezca de internet, más alimentas el interés de la gente y más se propaga el contenido.

El nombre fue creado por el bloguero Mike Masnick, a partir del intento de la cantante Barbara Streisand, en 2003, de sacar de internet las fotos de su mansión en Malibú. Las fotos habían sido colgadas en una web que documentaba la erosión de la costa de California. Nadie habría reparado en el detalle de que una de las casas era la de Streisand, hasta que ella se empeñó – seguramente con razón - en defender la ilegalidad de la publicación, por la que pidió 50 millones de dólares. Cientos de blogueros se solidarizaron con la publicación y la casa de Streisand se vio por todos lados.

Casos recientes o menos recientes de «efecto Streisand»:

  • Las fotos de las hijas de Zapatero, que rodaron y rodaron, mil veces modificadas, cuando alguien se empeñó en que era ilegal publicarlas después de que la Casa Blanca las colgara brevemente en su servidor.
  • Wikileaks: cuando alguien intentó boicotear las páginas con los cables secretos del Departamento de Estado de EE.UU., la reacción de miles de usuarios fue la de proteger el sitio, acogiendo sus páginas.
  • La Iglesia de la Cieciología trató de eliminar un vídeo de Tom Cruise: el resultado fue la multiplicación de su impacto.
  • Las fotos de las fiestas en Villa Certosa, que, sin éxito, al menos fuera de Italia, Berlusconi intentó ocultar.

Hay una web entera dedicada al «efecto Streisand» en diversos ámbitos.

En un principio, Mubarak debió pensar que lo mejor era eliminar Internet para que la gente no fuera llamada a la rebelión. Lo único que logró fue sublevar más al personal.

Si eres un dictador inteligente, lo mejor que puedes hacer es seguir el «efecto Putin»: ofrece pan y circo al personal, añade una legión de jóvenes defensores de tu causa, y olvídate de los críticos. Así lo hacen Chávez, Hu Jintao y tantos otros autoritarios 2.0.

Cómo enterrar a la momia

Excelente análisis de Javier Valenzuela sobre las resistencias de «la momia» Mubarak y el buen papel que está haciendo el turco Erdogan en la promoción de la democracia en el mundo musulmán.

Javier apela implícitamente a la controversia sobre la conveniencia o no de enterrar la momia de Lenin, presente en la Plaza Roja desde 1924, y un importante activo turístico de Rusia. Aunque en una votación de internet unos partidarios de su entierro obtuvieron un apoyo superior al 60 por ciento, no parece que las autoridades estén por la labor de enterrar el cuerpo del líder de la revolución.

Parece que el entierro (figurado, claro) de Mubarak, será antes que el de Lenin.

Visualizar la unidad mezclando los diputados en el Parlamento

Eso fue lo que sucedió en el Debate sobre el Estado de la Unión de la semana pasada en Estados Unidos. Republicanos y demócratas se sentaron juntos y mezclados para escuchar al presidente y al portavoz de la oposición. De esa manera se escenificó simbólicamente la búsqueda de un país unido y fuerte, en línea con la nueva narrativa de la Casa Blanca, no tan partidaria y divisiva como la anterior.

El editor de Time, Richard Stengel, lo cuenta así:

Durante 112 años, hasta 1913, los presidentes enviaban al Congreso sus discursos sobre el estado de la Unión en papel. Woodrow Wilson decidió hacerlo en persona, y casi todos los presidentes lo han hecho así desde entonces. El discurso se ofrecía por la mañana hasta que Lyndon Johnson lo convirtió en una ocasión de prime-time. Los partidos siempre se sentaron aparte. No fue hasta Ronald Reagan que el «Estado de la Unión» se convirtió en un espectáculo completo (lo que el juez Roberts llama «cheerleading«) con pelea de ovaciones incluida. La idea de este año de sentar juntos a los dos partidos – una cita nocturna en el Congreso que traspasa los límites de los partidos – fue un truco, pero un truco perfecto. Muchas viejas figuras de Washington se quejan del hecho de que demócratas y republicanos no socializan como solían. Tip O’Neill solía decir que el partidismo terminaba a las 6 de la tarde, la hora del aperitivo. Pero la amistad más allá del pasillo importa sólo si ayuda a que el Congreso logre algo. Si le dan a escoger entre un congreso de colegas que no logra nada, o uno de relaciones frías pero que saca el trabajo adelate, el pueblo americano escogería sin dudar éste último.

En España, como en tantos otros países, los miembros del parlamento no solo no se juntan en el hemiciclo, sino que jamás aplauden al presidente si no es de su partido. Ni siquiera aplauden las intervenciones de quienes no son «de los suyos», aunque puedan mas o menos coincidir con su ideología. En España, los diputados del PP no aplauden jamás al presidente, pero tampoco un intervención de CiU, aunque coincida al milímetro con sus posiciones. El PSOE tampoco aplaude a Rajoy, jamás, pero curiosamente tampoco un buen discurso de Izquierda Unida, por ejemplo.

Es cierto que el presidente de Estados Unidos es el jefe del Estado, como el Rey de España para nosotros, y eso le hace algo más respetable, pero resultaría muy sano que, de vez en cuando, los aplausos fueran para aquellos que merecen ser aplaudidos, con independencia de que lo diga uno de los nuestros o no.