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Por qué sobrevive Berlusconi: resumen de explicaciones

Empieza a haber una auténtica «Berlusconilogía», una suerte de ciencia de la superviviencia política: en los últimos días, ha habido millones de minutos de tertulia en todo el mundo sobre los motivos que permiten al presidente del consejo de ministros italiano sobrevivir a pesar de que todo el mundo conoce sus excesos nocturnos, su manejo impresentable de lo público y lo privado, sus payasadas… Con todo, Berlusconi sigue ahí, con una aprobación en la franja del 30 por ciento, similar a la que tienen Sarkozy o Merkel y superior a la de Zapatero (véase la tabla de El Molinillo de ACOP Tampoco hay que exagerar: lo cierto es que il cavaliere gobierna pero con el rechazo de la mayoría de la población. Se ha escrito tanto, se han dado trantas explicaciones, prosaicas y antropológicas, que explican por qué el anciano primer ministro sigue contando con un cierto grado de aprobación, que creo que está bien resumir los argumentos que se han ofrecido para que cualquiera haga su composición con lo que crea más verosímil.

Primer argumento: los italianos son muy «masculinos» y ven la política como una realidad poco importante y alejada. Según esta sociología de Italia, sus ciudadanos tienen una enorme «distancia del poder», ven la política como algo muy alejado de sus vidas, como un espectáculo que sucede allí arriba, sobre el que tienen poca influencia. Además, Italia es uno de los países menos feministas del mundo, por decirlo suavemente, y los italianos tienden a justificar más, mucho más que los españoles, por ejemplo, los desafueros machistas. Estos argumentos pueden encontrarse en el artículo de César García Muñoz, mi buen amigo ex Edelman profesor en EEUU, <em>»La coherencia cultural de Berlusconi»

Segundo argumento: los italianos, en realidad, quieren ser como Berlusconi, y muchas mujeres prefieren ser velinas a buscarse empleos menos lucrativos. Suena realmente machista y lamentable, pero ese argumento, comprensivo o crítico, ha sido muy utilizado también. Véase por ejemplo el artículo ya recogido aquí hace medio año, de Beppe Severgnini, que presenta a Berlusconi como el «espejo de Italia». En un artículo de estos días el mismo analista se refiere a la energía que el primer ministro genera: la suya, la de su negocio, la de su alrededor. Berlusconi vendría a ser un espectáculo lleno de vida muy del gusto de los italianos, o de algunos de ellos, frente a una oposición realmente muy aburrida.

Tercer argumento, que a mi me parece el más relevante: no hay oposición seria. El Partido Demócrata está dividido: demasiadas veces ha complacido al primer ministro o ha hecho la vista gorda con sus desatinos. No es capaz de presentar una alternativa seria. En este momento, el centro izquierda es una mezcla de seis partidos muy diversos. El momento en que apareciera un/a auténtico/a líder en el PD, veríamos el cambio en los sondeos.

Cuarto argumento, relacionado con el anterior, e inapelable: Berlusconi gobierna, simplemente, porque le han dejado los tres diputados que se abstuvieron en la moción de censura que le presentó la oposición y que se votó el 14 de diciembre. El intercambio de favores y el chalaneo estuvieron a la orden del día en aquellas sesiones prenavideñas.

Quinto argumento: Berlusconi tiene apoyos muy importantes, como corresponde al hombre más poderoso de Italia, que mezcla en una sola cabeza el dinero (es el hombre más rico del país), los medios (el mayor magnate), el entretenimiento (preside el Milan), y la política. Imaginemos aquí en España a un Polanco, Florentino, Zapatero y Botín, todo en una sola persona. Quizá su inmenso poder tenga algo que ver con el apoyo que hasta ahora le ha prestado el poder empresarial, la Iglesia y otros poderes, incluida probablemente la Mafia. Muchos piensan de hecho que no podría gobernar si no fuera por el apoyo de la Mafia.

Sexto argumento: Berlusconi se presenta como una víctima. Ya sabemos que cuanto más tratas de explicar «la verdad» a quienes no quieren escucharla, más refuerzas sus opiniones. Especialmente en un mundo de controversias y relativismo como es el de la política. Pues bien: el primer ministro es muy habilidoso para presentarse como víctima: víctima de los comunistas, víctimas de los jueces, víctima de los enemigos de Italia. Por eso quizá el efecto de su llamada el otro día a una televisión para insultar al presentador no fuera tan perjudicial. Es fácil imaginar a sus defensores pensando: «Â¿Ves? El pobre tiene que llamar para defenderse de los que le persiguen.»

Séptimo argumento: si no tuviera el control del 90 por ciento de la televisión y de otros muchos medios, no le apoyarían. Un italiano me decía hace unos días que, de hecho, en Italia las famosas imágenes de Villa Certosa, no se vieron por televisión, ni se comentaron. Berlusconi, a base de programas lamentables (como los de Telecinco aquí en España), oculta los asuntos que le perjudican.

Sin embargo, es probable que Berlusconi esté ya en su camino de salida: ¿por qué?

Algo ha cambiado en las últimas semanas. Como sucede en las historias de delincuentes listos, es finalmente un pequeño error el que puede poner al malo frente a la justicia. En este caso, el error pudo ser la llamada del primer ministro a la comisaría para pedir al funcionario de turno que soltara a Ruby, la prostituta que entonces tenía 17 años. Es increíble que Berlusconi pudiera llamar diciendo, como afirma el sumario, que la joven era sobrina del presidente egipcio Mubarak. Por este hecho, nimio en comparación con las decenas de desmanes por los que se acusa a Berlusconi, el primer ministro ha pasado de ser un tipo de vida privada cuestionable a ser un presunto delincuente, a los ojos ya cansados de muchos italianos.

Por lo demás, como dice hoy Miguel Mora en El País, en un muy recomendable artículo sobre la supervivencia del cavaliere, su muerte política podría venirle «del harén», de las chicas que le han acompañado y que se han cansado del sultán, y, por extensión, de los millones de mujeres de Italia que tragan cada día menos el desprecio impresentable de su presidente del Consejo.

«Momento Sputnik»

En el mensaje que Obama me ha enviado por correo electrónico esta mañana , después de su discurso en el Debate del Estado de la Unión, el presidente me dice:

Luis:

(…) Hace medio siglo, cuando los soviéticos nos ganaron en el espacio con el lanzamiento de un satélite llamado Sputnik, no teníamos ni idea de cómo podríamos ganarles en la carrera a la luna. La ciencia no había llegado. La NASA ni siquiera existía.

Pero tras invertir en mejor investigación y mejor educación, no simplemente pasamos a los soviéticos. Desplegamos una ola de innovación que creó nuevas industrias y millones de nuevos empleos.

Este es el momento Sputnik de nuestra generación.

Son prácticamente las mismas palabras que el presidente utilizó en el discurso. Con esta metáfora, Obama lleva algunos días ya intentando modular su discurso para que resulte unificador de un país muy dividido por la retórica incendiaria de los ultraconservadores. Para Obama el desafío de hoy es ganar a China e India en la batalla por la innovación y por la tecnología y la energía.

La metáfora ha funcionado, y el mundo entero ha hablado hoy en los informativos del «momento Sputnik», como metáfora del esfuerzo que Obama dice que quiere que su nación haga.

Obama el unificador, en la mejor tradición de Roosevelt, Kennedy o Reagan, ha sustituido al Obama activista de izquierdas de hace tan solo unos días.

Cómo responder a un rumor falso

1. No vas a convencer de la falsedad de un rumor a tus críticos.

Por mucho que intentes convencer a tus enemigos de que un rumor es falso, no lo lograrás. La experiencia y la psicología que ha estudiado la disonancia cognitiva, demuestran que cuanto más insistas en desmentir una mentira, tus adversarios más se convencerán de su imaginada veracidad: «si lo niegan tanto es porque es verdad», es el argumento que opera entre ellos.

2. Si contestas a un rumor tiene que ser lo antes posible.

Antes de que se extienda. Los rumores, especialmente en la era de Internet, se propagan en cascada. Es necesario actuar en su comienzo, quizá denunciando al propagador inicial, si es que podemos localizarlo.

3. La web es un buen lugar para desmentir oficialmente los rumores.

Como el famoso www.fightthesmears.org que montó Obama hace años en su campaña. Remitiendo allí a la prensa lograrás que no te tengan mareado/a todo el día en medios masivos.

4. Disuade actuando contra los propagadores.

Si les dejas actuar, descubrirán que tienen espacio. Actúa contra ellos: denúnciales, ponles en evidencia: pero cuando sean pocos y al principio.

(Sobre rumores, buenísimo el librito Rumorología: cómo se difunden las falsedades, por qué las creemos y qué se puede hacer contra ellas, de Cass Sunstein. Aquí un resumen del libro aplicado a las últimas elecciones de Colombia).

Tres nuevos manuales de consultoría política en español

Tres nuevos manuales en unos pocos días, escritos todos ellos por buenos amigos:

Manual del candidato electoral, de Xosé Ruas, Editorial Catarata

No lo he leído aún: está en imprenta. Pero Ruas, profesor de la Universidad de Vigo, tiene una amplísima cultura en el asunto, especialemente desde el enfoque académico. El texto merecerá la lectura, seguro. Xosé presenta el libro el próximo día 3 de marzo por la tarde en Madrid, en la Librería Blanquerna.

Gestión actual del consultor político, editado por Jorge Santiago Barnés y José Angel Carpio, Editorial Lid 

Hace probablemente un par de años, Jorge Santiago Barnés, que dirige con Carpio el master de comunicación política de la Pontificia de Salamanca, nos planteó a algunos (Izurieta, Solá, Capurro y yo mismo, entre otros) la contribución a este libro, que tanto se ha hecho esperar. El resultado es heterogéneo, pero merece la pena echar un vistazo. El libro está ahora incluso en las librerías de los aeropuertos.
 
El arte de ganar: cómo usar el ataque en campañas electorales exitosas, de Jaime Durán Barba y Santiago Nieto, Editorial Debate.
 
ARTE DE GANAR, EL
Específicamente dedicado al contraste entre los candidatos, el libro de Durán Barba va mucho más allá, y es un auténtico manual, que yo estoy disfrutando realmente. Lleno de ejemplos, casi todos latinoamericanos, y buena parte de ellos resultado del propio trabajo de los autores en consultoría, El arte de ganar es uno de los descubrimientos tempranos de este año que empieza.  

Por qué se venden más botas de cowboy cuando hay crisis

Eso es lo que explica Jennifer June, una experta en botas de montar. Cuando hay problemas, la gente busca la seguridad y refuerza real y simbólicamente en su percepción y en su evaluación los atributos de fortaleza.

A partir de esa interesante hipótesis, mi cuate Oscar Santamaría hace un artículo que ofreció Público mientras tanto él como Joshua (el Espartaco Santoni de la comunicación política) y yo mismo andábamos por Buenos Aires.

Sí, en época de crisis se venden más botas de cowboy, se rescata el discurso patriótico, a veces extremo, se vuelve a la esencia de la «Ley y Orden», se enardecen los ánimos y se polarizan las sociedades. Esos efectos son los que está intentando evitar Obama con su discurso unificador y conciliador. Igualito que el Tea Party y los extremistas de las tertulias de la tele digital aquí en España. (Véase el discurso del presidente en Tucson, ya para la historia – por cierto, una buena ocasión para ver cómo lee Obama sin prompter: lo hace tan bien como con él) .

SI ALGUIEN ECHÓ DE MENOS ALGÚN POST ESTOS DÍAS, LE PIDO QUE ME DISCULPE: VIAJES Y LÍOS. PERO YA ESTOY.

La historia de la caída de la estatua de Sadam

Todo el mundo recuerda esta foto, o cualquiera de los centenares que se hicieron en esos minutos. Derribada con esfuerzo y con una fuerte soga, a la vista de todo el mundo, a principios de abril de 2003, la estatua caída de Sadam Husein simbolizó la caída del dictador y, más aún, una supuesta alegría del pueblo iraquí por su «liberación».

En un largo reportaje de Peter Maass en The New Yorker, se cuenta el desarrollo del acontecimiento. El derribo no fue decidido ni planificado, ni siquiera seguido en directo, por la Casa Blanca de Bush, pero sí por los mandos del ejército iraquí que invadían la ciudad de Bagdad en esos momentos.

En el reportaje se explica que la gran parte de las personas que estaban en la plaza en ese momento eran soldados y periodistas, y que los iraquíes en su mayoría asistieron al derribo más bien pasivos. Unos cuantos se mostraban orgullosos de tirar al suelo la gran estatua, pero eran una minoría y, además, conscientes de que posaban para las cámaras de los periodistas.

En un momento dado, un soldado subió a la cabeza de Sadam una bandera estadounidense, y los mandos le obligaron a quitarla, conscientes del efecto negativo que podía tener para el simbolismo de la ocasión. La sustituyeron a toda prisa por una bandera de Irak.

Dice el redactor que la guerra habría sido muy distinta si no se hubiera forzado ante la opinión pública la sensación de que la invasión contaba con la aprobación del pueblo de Irak, como el derribo trataba de mostrar.

Los dictadores ganan la batalla digital para decepción de los «ciberutópicos»

Si te gustó el polémico y brillante artículo de Malcolm Gladwel, en el que el canadiense defendía que Twitter y Facebook no van a generar ningún movimiento comparable a los grandes movimientos sociales de los 60 porque Internet no exige ni organización ni compromiso, entonces te va a encantar el libro reciente de Evgeny Morozov: The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom.

En el libro, que se lee como una novela, el autor afirma que los primeros en utilizar las herramientas de Internet en su propio beneficio son los propios dictadores, que prefieren que la gente se entretenga con sus vaguedades mientras ellos someten a estricto control los contenidos políticos. Este control incluye por primera vez en la historia una muy fácil vigilancia de los disidentes y sus argumentos.

Tampoco se quedan atrás los dictadores en el uso de Internet como vía de propaganda: Chávez utiliza su Twitter con cierta maestría y el Gobierno chino tiene una legión de blogueros progubernamentales.

Morozov nos propone que seamos «ciberrealistas» en lugar de «ciberutópicos»: no nos dice muy bien cómo serlo, pero su análisis está muy bien frente a tanto ingenuo convencido de que Twitter va a traer la democracia al mundo.

Aquí puedes encontrar una crítica del libro y también una conferencia del autor breve y muy interesante (del TED) con subtítulos en español.

El original discurso del rey

En «El discurso del Rey», la película que ya anticipamos por aquí, que está ahora mismo en las pantallas y que no puedes perderte, el rey Jorge VI se sirve de los servicios de un terapeuta excéntrico para superar su tartamudez. El entrenador le ayuda a ofrecer un discurso fundamental, que es el de entrada de Reino Unido en la II Guerra Mundial. La película es una delicia.

Aquí tienes el discurso original en audio. Se perciben bien las dificultades del monarca para ir engarzando lentamente las palabras, sin temblores. Sustituyendo las erres por uves dobles.

Texto del discurso «En esta hora solemne…»
por Jorge VI, 3 de septiembre de 1939

In this grave hour, perhaps the most fateful in our history, I send to every household of my peoples, both at home and overseas, this message, spoken as I were able to cross your threshold and speak to you myself.

For the second time in the lives of most of us we are at war. Over and over again we have tried to find a peaceful way out of the differences between ourselves and those who are now our enemies. But it has been in vain. We have been forced into a conflict. For we are called, with our allies, to meet the challenge of a principle which, if it were to prevail, would be fatal to any civilised order in the world.

It is the principle which permits a state, in the selfish pursuit of power, to disregard its treaties and its solemn pledges; which sanctions the use of force, or threat of force, against the sovereignty and independence of other states.

Such a principle, stripped of all its disguise, is surely the mere primitive doctrine that might is right; and if this principle were established throughout the world, the freedom of our own country and of the whole of the British Commonwealth of Nations would be in danger. But far more than this – the peoples of the world would be kept in the bondage of fear, and all hopes of settled peace and of security of justice and liberty among nations would be ended.

This is the ultimate issue which confronts us. For the sake of all that we ourselves hold dear, and of the world order and peace, it is unthinkable that we should refuse to meet the challenge.

It is to this high purpose that I now call my people at home and my peoples across the seas, who will make our cause their own. I ask them to stand calm, firm and united in this time of trial. The task will be hard. There may be dark days ahead, and war can no longer be confined to the battlefield. But we can only do the right as we see the right, and reverently commit our cause to God. If one and all we keep resolutely faithful to it, ready for whatever service or sacrifice it may demand, then, with God’s help, we shall prevail. May He bless us and keep us all.

Consulta tus fundamentos morales

Hubo un error en el link en una entrada de hace unos días. Ahora sí, espero. Aquí puedes responder a algunos test de los que aplica el profesor Jon Haidt en español.

Un buen regalo: el humor en el franquismo

He oido hoy al autor de este libro, Gabriel Cardona, un encantador militar y profesor de historia que militó en el antifranquismo desde el Ejército. Ha escrito este libro delicioso que es una auténtica sociología del humor y sociología de la época. Mucho de lo que cuenta es aplicable a cualquier dictadura, claro. El buen señor tiene ahora unos 75 años y da gusto oírle. Un buen regalo para estos días.

Cuando nos reíamos de miedo, de Gabriel Cardona

Aquí tienes un aperitivo.

Y aquí la entrevista que yo escuché.