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La unidad de un país, por el rugby: «Invictus» a punto de llegar

Hasta el 29 de enero no llega a España, pero Invictus, la última película del Clint Eastwood (trailer aquí), promete ser una delicia. Cuenta la historia de cómo Nelson Mandela (Morgan Freeman, no podía ser otro), percibe la importancia del rugby, poco después de ser elegido presidente de Sudáfrica, después de 27 años en prisión, para unir en un solo equipo – en una sola nación – a blancos y negros. El poder de un símbolo de unidad como es el deporte, elevado a la categoría política. No es nuevo, pero sí eficaz.

La historia es real. Mandela prefirió mantener el nombre del blanco equipo del país, a pesar de ser un símbolo de opresión para los negros. Para ello convenció al capitán del equipo (blanco, como los demás), y logró su complicidad. El riesgo mereció la pena, como cuenta magistralmente la película.

Creer para ver: cómo vemos el color de Obama

Tres de las fotografías que se mostraron a los estudiantes. La del centro no se retocó. | PNAS

Según la tradición racionalista predominante, necesitamos «ver para creer». En muchos casos, sin embargo, según creemos, así vemos.

Los profesores Caruso, Mead y Balcetis han hecho un experimento bien interesante. Han manipulado tres fotografías de Obama, con tres entonaciones distintas de piel: más blanco, intermedio y más negro. Y han preguntado a demócratas y republicanos cuál de ellas representaba mejor al presidente. Una abrumadora mayoría de los demócratas (cinco veces mas que los republicanos), escogió la foto más «blanca». Y los republicanos señalaron la más «negra» como la más representantiva el doble que los demócratas.

Según Caruso, la explicación puede estar en la larga tradición cultural en Occidente, según la cual lo blanco es bueno y lo negro es malo. Eso explicaría la tendencia más o menos consciente de los demócratas a dirigirse a la foto con un tono de piel más blanco y des sus adversarios a elegir la oscura.

Algunos señalaron en campaña que tanto Hillary Clinton como los republicanos seleccionaban o manipulaban fotografías de Obama para que apareciera más negro. Nunca se demostró, pero posiblemente la táctica tenía sentido, por deplorable que fuera.

Se hizo un experimento idéntico con el blanquísimo McCain y no se vio distinción alguna entre unos y otros.

Aquí tienes un artículo sobre la cuestión.

Y aquí (pagando), la investigación completa.

Pues ni las encuestas online ni las tradicionales: gana por mucho más Piñera

Como decíamos, erraron por igual (más o menos) las encuestas online y las encuestas tradicionales. Finalmente Piñera tuvo un 44 por ciento del voto en la primera vuelta presidencial en Chile, seis puntos más que lo anticipado por la media de las encuestas tradicionales, y diez puntos más que la macroencuesta online de La Tercera. También estuvo por encima de lo predicho Frei, con un 30 por ciento. Y Ominami se quedó con un 20 por ciento, algo menos también de lo previsto.

Si fallan tanto las tradicionales como las encuestas de Internet (aunque ambas predijeran correctamente el orden, que no es poco), ¿por qué gastarse el dinero en encuestadores telefónicos o personales? La próxima encuesta voy a hacerla online. Ya veremos.

¿Ya estiman bien resultados las encuestas voluntarias por Internet? Una prueba con las presidenciales de Chile el domingo

Hasta ahora las encuestas hechas con participación voluntaria en Internet no han servido para mucho, porque los internautas no representan bien al conjunto del electorado, y porque el hecho de participar voluntariamente también produce un sesgo por el momento insalvable.

Pero ahora la penetración creciente de Internet, que tiende a la universalidad, y la resistencia de la gente a contestar cualquier encuesta, en cualquier formato, está igualando las condiciones en que se realizan unas y otras.

Tenemos una ocasión de oro para comprobar si funcionan las encuestas on line tan bien como las tradicionales. Es importante, porque las encuestas on line son prácticamente gratuitas, y de validarse su funcionamiento se produciría una verdadera revolución en el mercado demoscópico.

Vamos a la prueba:

La Tercera en Chile está haciendo una encuesta on line, pidiendo sencillamente intención de voto a los visitantes. Lleva más de 30.000 respuestas y anticipa para la elección de primera vuelta de este domingo 24 por ciento para el candidato Piñera de la derecha, 29 para el independiente y rompedor Enríquez Ominami, y 24 para el oficialista de izquierdas y sustituto de Bachelet, Frei.

Por otro lado, La Tercera ofrece una media de los resultados de encuestas tradicionales, personales y telefónicas, con un 38 para Piñera, un 27 para Frei y un 22 para Ominami.

Por tanto, cuatro puntos de diferencia en el peor de los casos. Claro que la penetración de Internet en Chile está entre las más altas del mundo, pero dentro de poco la penetración será universal en todo el mundo y eso no será problema.

Resumen de las estimaciones hoy viernes, dos días antes de las Elecciones:

ON LINE LA TERCERA:

Piñera 34  Frei 29  Ominami 24

TRACIONALES ACOPIADAS POR LA TERCERA

Piñera 38(+4)     Frei 27  (-2)   Ominami 22 (-2)

Y si el domingo acertaron o fallaron tanto las tradicionales como la de internet, seguirán gastando dinero los partidos y los medios en las primeras? Y si aciertan, seguirán gastando dinero?

((Dedicado a mi nueva amiga Carmen Beatriz Fernández, de E-lecciones.net, que me proporcionó los datos en primera instancia))

El síndrome «Roberto Carlos»

También lo contó Juan Carlos Gozzer: todos los políticos quieren tener un millón de amigos en Facebook, twittear y tener miles de seguidores. Y, para qué, se pregunta uno. Para qué quieres tener un millón de amigos si no sabes qué hacer con ellos? Síndrome Roberto Carlos. No: primero tu estrategia, tu relato, y no uno sino diez millones de amigos dispuestos a difundirlo. Pero no basta con tener en Facebook muchos seguidores pasivos. Entre ellos, naturalmente, están tus convencidos, tus familiares y tus pelotas de turno. Conviértelos en conectores y en apóstoles de tu buena nueva, o el millón de amigos no servirá para nada. Salud.

90/9/1: 90 mirones, 9 conectores, 1 creador

Nos lo cuenta mi hermano colombiano Juan Carlos Gozzer , el tipo que más sabe en Latinoamérica de estas cosas, en el seminario de El Salvador, hablando de las estrategias 2.0 en la web. Parece ser una regla muy conocida en el mundillo.

Del total de usuarios de una web, el 90 por ciento son voyeurs, puros mirones, gente que visita una web sin más, observa y no hace nada. El 9 por ciento son activos conectores (utilizo la palabra que usa para el mundo off line Malcolm Gladwell en El Punto Clave: esos tipos que citan, comentan, contectan un post, citan una web, referencian algo…). Y luego está el 1 por ciento de internautas que crean contenidos, que lideran la opinión de veras en la web. Los frikies de la web. Los líderes. Los cradores. Para cada uno una actitud distinta, dice Juan Carlos. Habrá que poner cuidado especial, claro, en los creadore y los conectores.

((Mi colega Josué González me remite al estudio de Nielsen que detectó este fenómento, resumido aquí, en inglés)).

Telepresidentes latinos, un regalo de Omar Rincón

Omar Rincón es periodista colombiano, pero también consultor de la Fundación Ebert de Alemania. Omar es especialista en televisión y, por tanto, en relatos, en narraciones, en arquetipos. Progresista, divertido, con pinta de ácrata. Gran descubrimiento este tipo para mi, aquí en El Salvador, donde Ebert y FIIAPP organizan un seminario de tácticas electorales, con cuatro decenas de jóvenes políticos. Excelente seminario, excelente hotel, excelentes asistentes, excelente organización, excelente clima y excelentes pupusas, unas tortillas de maíz rellenas bien ricas…

Aquí te dejo el link al librito delicioso compilado e introducido por Omar Rincón, que tiene además la virtud poco frecuente de ser gratuito.

Bájate aquí completo Los telepresidentes (crónica de 12 presidentes latinoamericanos y sus modos de comunicar).

Y busca en este cajón otras obritas gratuitas sobre narrativas de seguridad, de violencia o de género.

Gracias, Omar, estaremos en contacto.

Hay que ver In The Loop

En el cine Paz de Fuencarral, en Madrid,  atiborrado de señoras con abrigos de pieles, he visto hoy In the Loop (trailer en español aquí). Una comedia inglesa que es una parodia del papel de los asesores de comunicación, los burócratas, los diplomáticos y los políticos en Londres y Washington. El argumento es fácil de «entender»: la Casa Blanca quiere una guerra, busca argumentos para justificarla y para que Naciones Unidas la apruebe, y cuenta para ello con sus amigos ingleses. Todos ellos maniobran sin escrúpulo para justificar su decisión. En la sátira aparecen un pobre y bobo ministro británico, un militar depravado y brutal, un responsable de comunicación de Downing Street maquiavélico,  malhablado y autoritario (hasta físicamente se parece a Alastair Campbell), y un asesor joven recién llegado que se va de la lengua con la prensa sin darse cuenta.

Al terminar la película, una señora mayor de las del abrigo me pregunta qué me ha parecido. Le digo que no ha estado mal.

– Cómo es ésto de la política – me dice -. ¡Hay tanto que de lo que no nos enteramos…!

– Qué razón tiene, señora, lo que no sabemos….- le contesto.

La película no está nada mal, aunque me apetece más ver los poquitos capítulos de la serie K Street, que esta mañana me ha prestado Rodrigo Sosa, mientras tomaba un café con él. Parece que en la serie hay comunicación por todos lados, incluso una sesión semirreal de entrenamiento con Howard Dean. Ya te contaré…

Pero In The Loop, exagerada, crítica y satírica como es, da algunas verdades básicas:

Para ser buen responsable de comunicación es bueno ser frío y mostrar que estás seguro de ti mismo, aunque a veces dudes más de lo que aparentas.

Las filtraciones casi siempre vienen de tu propio campo, no del campo del adversario.

Los diplomáticos y los políticos viven en mundos distintos.

La mejor manera de cambiar la atención, es evidente, es ponerla en otro sitio, y crear una noticia nueva para ello.

Si andas todo el día diciendo que vas a dimitir, antes de que lo hagas te cesarán seguro.

Las mujeres, al menos en política, suelen ser mucho más maduras, inteligentes y ponderadas que los hombres.  

 

¿Cuánto ha gastado Greenpeace en su última campaña?

Pues es probable que unos pocos miles de euros hayan bastado para una campaña de repercusión mundial, que ya habrás visto, porque ayer fue recogida por cientos de televisiones y radios, y hoy por cientos de periódicos.

La idea es genial: ocho líderes mundiales (Obama, Merkel, Sarkozy, Brown, Zapatero, Lula, Tusk de Polonia y Harper de Canadá) piden perdón dentro de diez años, por lo que no hicieron en Copenhague. La Cumbre sobre el Cambio Climático empieza en tres días.  

Año 2020 «I’am sorry: we could have stoped catastrophic climate change… we didn’t» («Perdón: podríamos haber parado el catastrófico cambio climático… no lo hicimos»).

Hay que quitarse el sombrero ante estos aventureros del medio ambiente, por la imaginación que le ponen. No parece que tengan mucha intención de gastar dinero en compra de medios. Ni siquiera estoy seguro de que vayan a poner un solo poster en la calle. Probablemente no lo harán. El efecto ya está ahí, gratuitamente, en medios de todo el mundo.

¿Por qué es tan eficaz la campaña?

  1. Porque es visualmente muy impactante: líderes mundiales envejecidos en un viaje al futuro. Sin duda, las fotos atraen la mirada.
  2. Porque personaliza. Greenpeace sabe mucho de esto. No pelea contra el cambio climático en general, sino contra ocho líderes mundiales. No protesta por la contaminación del mar, sino contra el hundimiento de la plataforma Brent Spar en el Mar del Norte. Greenpeace busca un objetivo concreto que personalice y concrete asuntos complejos.
  3. Porque sobrecoge un poco, mete un poco de miedo. No mucho, pero sí algo. Alguien que tiene que lamentarse por lo que no hizo en el pasado.
  4. Por la oportunidad. Si lo hubieran contado dentro de tres días, en plena cumbre, habrían sido eclipsados por Obama y los demás en la ciudad. Ayer era un día excelente para explicar la campaña.

Los «factores Lula», dedicados a Yohana, Raquel, Izaskun y Berenice

Ayer publicó El Mundo (España) un artículo mío (aquí lo tienes) que trataba de explicar los factores por los que políticos como Lula, Bachelet o Uribe tienen alta aprobación pasado cierto tiempo. Lo llamé «factores Lula», y tienen que ver con la unidad, la búsqueda de un relato sólido, la paciencia y la escenificación.

El artículo tiene su origen (el periódico los suprimió por espacio y estilo), en una tesina que trabajamos Yohana Medina, Raquel Arroyo, Izaskun Pérez, Berenice Marín y yo mismo. Ellas fueron alumnas del master de El Mundo y la Carlos III, y yo fui su tutor.

Gracias, amigas.